BIOGRAFIA.


Oriundo del sur del Tolima (Chaparral, 1974 – 2008…), nacido de la unión de dos familias pobres emergentes, caldeadas en el crisol de la permanente violencia de nuestro país; su abuelo materno, campesino liberal colono fundador del hoy llamado “Cañón de las Hermosas”, que hiso viudo la violencia, dejándolo a cargo de 14 hijos, los cuales crio solo pues nunca más se caso; y sus abuelos paternos, habitantes de la zona urbana, de una aguda conciencia social. Ambas familias atrapadas en la trágica hecatombe del 9 de abril que barrio toda la región, transformándola en un pandemónium de dolor…Así, sus padres (él, contador público y ella, profesora), se criaron a pulso y surgieron por un acto puro de voluntad y amor al conocimiento como única tabla de redención social, Orlando Martínez Ramírez (padre) y Gladys Castro volcaron en sus hijos todo aquel afecto personal y amor al aprender, al conocimiento y a la libertad que ellos nunca recibieron.
De todo este denso contexto nace en él lo que ni siquiera sus padres imaginaban, la temprana decisión de ser pintor, pues siempre la cultura se ha visto como algo reservado a la elite o a la locura; decididamente a la edad de quince años tomo el camino del arte con la seriedad y la entrega de un profundo enamorado de la creación. De esta manera empezó como auto didacta cuando apenas cursaba octavo bachillerato, llegando a la Academia (Academia Superior de Artes de Bogotá) en 1992, con cuatro precoces años de autoformación, determinantes para siempre mantener su propia libertad y criterio creativo ante la “nueva ola posmodernista”, que como la violencia, arrasaba al verdadero arte.
Hoy a sus treintaicuatro años de vida humana y 19 de vida artística, Siempre figurativo, se esperarían los neófitos que su obra girara entorno al conflicto social; presentándose, por obra y gracia del milagro del arte, todo lo contrario, sus pinturas desde un inicio mostraron su marcado gusto por la búsqueda de lo espiritual, recorriendo por medio de sus formas y colores su propio camino de crecimiento interno y autoconocimiento, actuando el lienzo como un espejo para difractar simbólicamente sus propias realidades. Su estilo divaga o se hibrida de manera compleja, pues sus influencias son tan dispares y múltiples que van desde el más recalcitrante renacimiento hasta el impresionismo , expresionismo , surrealismo y simbolismo , entre muchas otras, consolidando así un estilo solido y singular en el cual se reconcilian técnicas y maneras aparentemente tan contradictorias como el esfúmato con la pincelada expresionista, o el simbolismo con el realismo y el paisaje.
Rico mundo de barrocas imágenes y de vibrantes colores son sus cuadros, cada uno construido con espontanea furia y sutil equilibrio en el balanceo del péndulo entre el subconsciente al consiente y de este, al supra consciente; sus imágenes se alimentan de la confrontación de lo interno y lo externo, por una parte del rico, acido y abigarrado color y formas del paisaje de su región y por otras de sus reflexiones y éxtasis místicos internos, del drama de sus obsesiones y de su historia y personal.
Hoy interactúa entre su vocación didáctica como docente universitario y su obra personal; que no solo ha sido pictórica, pues cuenta ya con 2 murales públicos de grandes dimensiones (parque central, Chaparral Tol) en bajo relieve en cerámica, además de sus nuevas búsquedas de expresión a través de la escultura, explorando materias muy cercanas a su corazón como la cerámica y la madera.